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10 consejos para educar en igualdad de género en el aula

La importancia de educar en igualdad de género en el aula a los alumnos es incuestionable. Este post está enfocado en cómo tocar en el ámbito educativo la temática de la mujer y un feminismo atemporal para las nuevas generaciones, menos mediático, más consciente y reivindicativo.

¿Qué tenemos que enseñar a nuestro alumnado?

1.Enséñales a valorar la igualdad

Es decir, que entiendan que el respeto y los derechos fundamentales de las personas son los pilares básicos de toda vida a su alrededor. Puedes usar ejemplo de alguna mujer real que haya tenido dificultades y que haya luchado por los derechos de las mujeres, como por ejemplo, Clara Campoamor que consiguió que la Constitución republicana de 1931 reconociera el derecho al voto de todas las mujeres. 

2. Enséñales a amar los libros

Les ayudará a comprender y cuestionar el mundo, a expresarse y a ayudarles en lo que quieran llegar a ser. Yo aquí uso el ejemplo de Emilia Pardo Bazán (escritora de nuestra tierra gallega), dado que en toda su obra se desprende un feminismo en el que hace hincapié en la importancia de educar a las mujeres para poder elevar su posición en la sociedad. Incúlcales que lean literatura en femenino para tener referentes.

3. Enséñales a cuestionar el lenguaje

Aprenderán la importancia del uso de un lenguaje más inclusivo y sin estereotipos de género. Por ejemplo, usar actor en lugar de actriz, poeta en lugar de poetisa. Aquí es interesante poner las palabras en la pizarra y que vayan levantando la mano si saben la respuesta para captar su atención.

4. Enséñales sobre la diferencia

Es decir, que hagan la diferencia algo ordinario y que aprecien la diversidad. Eduquemos en el respeto y la igualdad. Aquí suelo poner mi libro, “Clover”, de ejemplo, dado que mis alumnos ya lo conocen de sobra.

5. Enséñale que los “roles de género” son un sin sentido

Que jueguen tanto con camiones como con muñecas, que lleven ropa tanto azul como rosa. Si no ponemos los roles de género en los pequeños, les damos espacio para que alcancen su máximo potencial y sueños.

6. Enséñales su autosuficiencia

No obstante, hacerles ver a los estudiantes la importancia de hacer cosas por sí mismos y valerse por sí mismos. Sin tener que depender de la buena voluntad de las otras personas de su alrededor. Ponles el ejemplo de que a lo largo de la historia siempre se asumió que las chicas no pueden hacer muchas cosas. De ahí la conocida campaña de “Like a Girl” para reivindicar este estereotipo de género.

7. Enséñales la importancia de intentar las cosas

En este punto volvemos a hacerles ver la importancia de romper con los roles de género. Hacerles entender que puede que no tengan éxito, pero que deben (y debemos los adultos) dejarles espacio suficiente para que puedan intentarlo. Podemos usar el ejemplo previo sobre usar juguetes diversos como bloques y trenes, y muñecas también si quieren. También podemos usar la película de “Hidden Figures” para que vean un claro ejemplo de perserverancia y lucha muy a pesar del machismo y racismo de la época en Estados Unidos. En definitiva, lo que importa es que lo intenten. Y confíen siempre en sus instintos por encima de todo

8. Enséñales que son personas individuales

Enséñales que son personas únicas y diferentes. Que no existe una forma de “ser chica” ni de “ser chico”. Que no tengan que complacer a los demás: su trabajo es ser ellos mismos, ser personas completas y honestas.

9. Enséñales la importancia de la historia

Para saber de dónde venimos y para poder seguir defendiendo lo nuestro, los derechos de las mujeres, explícales como figuras importantes femeninas siempre estuvieron en la literatura, ciencia, etc. pero que “se robó” esa parte de la historia. Existir, existieron, pero de ahí a que estén presentes… La inmensa mayoría de las personas citadas en los libros de texto son hombres.

Puedes ponerles como ejemplo que las mujeres solían firmar bajo un seudónimo o en anónimo sus obras para que tuvieran un valor social y citar a Virginia Woolf: “En la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer”. O incluso un ejemplo más cercano a ellos: que en el Día de las Letras Gallegas solo cinco mujeres fueron homenajeadas en toda la historia hasta la fecha.

10. Enséñales la importancia del pensamiento crítico

Enséñales en las aulas a que expongan sus propias ideas sin miedo o vergüenza, anímalos a decir lo que piensan, a hablar con honestidad. Ponles de ejemplo a que la sociedad suele inculcar a las niñas a que tienen que gustar y ser agradables, callar y asumir, incluso a no ser fieles consigo mismas. Y que eso no tiene cabida en sus vidas.

Hoy, 8 de marzo, es el Día de la Mujer. Esta fecha tan señalada nos sirve para recordar quienes somos, de dónde venimos y lo que nos hemos dejado por el camino en la lucha por la igualdad y derechos fundamentales. Aunque el feminismo es necesario los 365 días del año.



D.

Disfraces de carnaval sin género

Los carnavales y yo nunca fuimos uña y carne. Recuerdo, por aquel entonces, a la mayoría de la clase emocionada solicitando el disfraz de sus sueños a nuestra tutora. Yo, en cambio, me mostraba apacible, como una mera espectadora de todo aquello. La no existencia de disfraces de carnaval sin género hacía que uno de los días más felices para el alumnado, a mí se me hiciera uno de los días más largos.

Cada año la profesora o el profesor, bajo nuestra tutela, escogía un disfraz para los niños y otro para las niñas con una misma temática en común. Si los niños iban de Peter Pan, las niñas de Campanilla, por ejemplo. Y a mí, no poder ser quien quería ser en Carnaval, me daba escalofríos por la espalda. 

Hoy en día sabemos que las aulas son muy diversas y que cada estudiante es único y diferente. Por tanto, para no limitar al alumnado os planteo la siguiente cuestión: ¿Por qué crear disfrazes sin género para nuestro alumnado? 

1.Rompemos con los estereotipos de género

Los estereotipos de género influyen en nuestra habilidad cognitiva. Si la gente piensa en el género, harán tareas que crean “mejores”  para cubrir sus necesidades o  asumirán determinados roles sin plantearse otras posibilidades. Sin embargo, los roles y expresiones de género cambian a lo largo de los tiempos. ¿Por qué no empezar ya a aportar nuestro granito de arena al cambio? Las niñas no tienen por qué vestir de rosa y ser princesas. Derribemos el tópico de que sean rescatadas por el príncipe. Pueden salvarse a sí mismas. Al igual que los niños no tienen que ser Superman y salvar el mundo. Los carnavales también son diversos.

2. Eliminamos los disfraces sexualizados

Una sociedad capitalista heteronormativa, como en la que vivimos, ha creado un perfil de la mujer en el que tiene que ser sexy, con comportamientos considerados “femeninos”, adorable,etc para ser aceptada y encajar en la realidad que le rodea. Vestir con disfraces sexualizados a nuestras pequeñas es decirles, desde muy temprano, como tienen que actuar y ser para complacer a los demás. Dejemos que las niñas decidan por sí mismas y que no se preocupen tanto por el físico ni por el qué dirán.


En palabras de la filósofa existencialista y escritora francesa Simone de Beauvoir: “Una no nace mujer, sin embargo se convierte en mujer”. No obstante, defiende que el género que tenemos al nacer no debería limitar nuestra historia, ni significa tener un estilo de vida determinado. Dejemos que disfruten de la infancia y que empiecen a soñar desde ya con quien quieren ser. Sus propias experiencias, a lo largo de la vida, las convertirá en mujeres. Y en la misma línea podemos citar las palabras de la neurocientífica israelí y defensora del neurofeminismo  Daphna Joel: 

“No vemos demasiadas diferencias entre los cerebros de las niñas y los niños. Suelen empezar en la adolescencia o en la vida adulta, y algunos desaparecen durante la menopausia o tercera edad. Estas diferencias pueden darse lugar debido a los niveles hormonales o a las condiciones ambientales”.

carnavales sin género
Imagen de uno de mis carnavales, disfrazada de vaquero

3. Vuela su imaginación

Las normas de género crean la repetición de determinadas acciones de nuestro día a día y nos moldea en nuestra forma de entender y de  interactuar con el mundo que nos rodea. No obstante, limitarlos por el género es encorsetar su imaginación y creatividad. ¡Dejemos que nos sorprendan!

Yo, por ejemplo, nunca me disfracé. Me disfrazaban los adultos. Soñaba con ser Robin Hood, Peter Pan o el médico de quien se disfrazaban mis compañeros varones.Me sentía a un segundo plano en el patio y desmotivada en la coreografría del baile. Pues yo, quería ser la protagonista de mi Carnaval. Pero eso, parecía que tenía que esperar.

4. Apoyamos a una clase inclusiva y sin diferencias donde habita la diversidad

Al igual que ya hay campañas para juguetes sin género (nuestro deber es saber detectar y escoger los apropiados) podemos empezar a promover los disfrazes sin límites e intereses para los más peques. Recordemos que si motivamos a los estudiantes a que se diviertan con juguetes diversos o a participar en diferentes asignaturas o actividades extraescolares según el género, esto los influirá el día de mañana en participar en diferentes trabajos o actividades de adultos.

L.

Los estereotipos del amor romántico en adolescentes

Llega San Valentín y en las aulas he visto cierto desdén y rechazo hacia esta fecha. El alumnado, sobre todo el adolescente, ha hecho comentarios de “sigo sola”, “mi San Valentín se basa en comer helado y ver películas románticas, otra vez”, etc. También me han preguntado si tengo “novio”, asumiendo que sería hombre. Los estereotipos del amor romántico en adolescentes en pleno siglo XXI parecen no haber variado.

Toca romper con los estereotipos de un amor de pareja cishetero en la juventud. En mi caso, por ejemplo, nunca tuve referentes fuera de este convencionalismo y coleccionaba amores platónicos. La historia siempre era la misma: chica conoce a chico o chico conoce a chica. 

1.  El amor no tiene que ser en pareja

El amor abarca muchos aspectos de nuestras vidas. Este habita en nuestras experiencias, encuentros y desencuentros, en la amistad, en el ámbito familiar, en nuestra mascota… y, sobre todo, en el amor propio. Sí, hacia tu persona. Lo más importante. 

2. El amor vive en los pequeños detalles, en el afecto

Si lo más importante eres tú y tu bienestar, ¿por qué no darte un capricho? Regalar algo a una persona a la que quieres y que te demuestra con afecto todos los días que te aprecia es otra  buena opción. No tiene porqué ser algo grande y valioso, sino un detalle que te ha hecho pensar en esa persona. Por ejemplo, una carta haciendo hincapié en vuestra conexión especial, un libro dedicado que piensas que puede de ser de interés para él, ella o elle, etc. Tener un detalle con alguien que te importa es una sensación muy gratificante. Y no tiene que ser solo en San Valentín.

3. Somos un todo, no una mitad 

El uso de la analogía  de la “media naranja” está, en nuestros tiempos, más que anticuada. Sin embargo, en nuestras películas, series, libros… seguimos encontrando este mito latente y los jóvenes pueden hacer un mal uso de su interpretación del amor y llevar a cabo en sus vidas aquella búsqueda de “ese algo” que complete el vacío. A nadie le falta nada. Somos una unidad y no necesitamos a otra persona para completarnos o encontrar respuestas. Esas respuestas están en nosotros mismos.

He aquí el reportaje “El amor es un eco”, publicado en la revista atodoconfetti durante la semana del Orgullo. Participé como modelo para dar visibilidad al amor, a la diversidad y a la libertad de ser.

4. El amor tiene que ver con “ser visto” y aceptado

Cuando conectas con alguien sientes que esa persona “te ha visto”. Haces un “click” inmediato y sientes como si despertaras de otra realidad paralela en la que estabas menos presente, aturdida o dormida. El amor no se busca, ni es un objetivo de vida para ser felices. Se tropieza con él. A veces lo buscamos en las personas inadecuadas, las que no nos aceptan tal y como somos, y pensamos que hacemos algo mal o buscamos solucionar ese vacío, pero no. Esa persona no es la correcta ni te “ha visto”. 

5.  El enamoramiento versus el amor

El enamoramiento dura al principio de toda relación romántica. Esta etapa más pasional tiene una duración de entre 6 y 10 meses. Aquí no vemos los defectos de la persona. Luego queda el amor y apreciamos tanto las virtudes como los defectos de él, ella o elle. Que se acabe esa primera y excitante fase no quiere decir que no sea “amor real” lo que sientes hacia esa persona. La rutina, construir una vida juntos, la convivencia, etc forma parte del camino.

5. El falso estereotipo del amor romántico

El amor no entiende de género, ni de razas, ni de edad. Nos enamoramos de las personas.

El amor es libre de ser y tampoco entiende de roles. Por ejemplo, si eres mujer no tienes por que ser sumisa, sensible, ni ser seducida. Sé tú misma. Lo mismo para el hombre,no tienes por que ser independiente, dominante, ni conquistar. Rompamos con los falsos estereotipos. El amor y San Valentín, también son diversos.

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